Amo la comunicación desde antes de comenzar a estudiarla, en otros artículos he conversado sobre cómo nació este amor, infundado por mí padre.
Desde la Universidad Autónoma de Santo Domingo, siempre me dije que lo mío sería la opinión pública, y me he capacitado para eso, a veces pierdo el norte por el tiempo, pero desde que me llega la musa, mis dedos se ponen inquieto, justo como ahora.
Entre las tantas cosas que he aprendido en estos casi cuarenta años, es el valor a la palabra dada, a los acuerdos que aunque sean verbales tienen el mismo peso moral y ético que el escrito.
Cuando trabajo con una persona pongo mis reglas, a veces creo que los demás son justamente responsables como yo, porque los malentendidos no me gustan.
Nada que afecte mi profesión, no puedo decir que directamente viva de ella, pero si. Me abre los caminos a nivel local y nacional, en el plano municipal tengo uno que otros clientes, que han pasado a ser mis amigos, porque fomento mucho esto. Yo no veo el valor del dinero veo el valor de las personas.
No cubro actividades por dinero, o no por "La logística", busco proyectos, crear imágenes, crear marcas…tal vez estoy sobreevaluada o quizás el mercado busca títeres, no profesionales que con dignidad puedan hacer un trabajo.
En Santo Domingo Oeste, los enemigos de la comunicación no es el político que da los 500, ni el funcionario de antes, de ahora o de mañana que da cotorra, no. Somos nosotros mismos, que hemos mal acostumbrado a nuestros clientes y marcas a no hacer presupuestos para publicidad, a pedir favores para colocar notas de prensas. Quizás una o dos, pero pasamos años en eso.
Los medios se nutren de noticias, que es un hecho trascendental, novedoso, que impacta, las notas de prensas son escritos bonitos, de acuerdo a los intereses de la marca de elevarla.
El periodismo no se paga, las Relaciones Públicas si. Acepto un cafecito y doy una asesoría de comunicación, ojo, no de gratis porque para formarme dentro y fuera del país, invertí dinero y tiempo.
Comunicador de SDO, deja el hambre atrás y evoluciona. Ten dignidad. Ser profesional no está en el título, está en las acciones y el respeto a ti y los demás.