Las redes sociales pueden ser un foco de críticas y comentarios dañinos, pero también todo lo contrario. Un espacio de experiencias enriquecedoras por parte de quienes las publican y comparten con absoluta sinceridad.
Así mismo ha manifestado Luna Pernía, hija del actor Gregorio Pernía, con quien participó y ganó el programa Así se baila, y quien ha vivido la doble cara de estas plataformas.
A pesar de sus 18 años, la joven tiene claro de dónde viene y hacia dónde va. Es por ello que ha querido compartir su más reciente hospitalización, la razón y un tema no muy cómodo que lleva haciendo frente prácticamente toda su vida.
Sin filtro alguno, Luna habló claro y emocionó a sus más de medio millón de seguidores en Instagram. A través de esta plataforma, reveló el motivo de su ingreso y lo vivido a partir de ahí. Un asunto que le ha enseñado una de las lecciones más importantes a su corta edad.
"No sé si sepan pero recién atravesé una hospitalización que me hizo poner los puntos sobre las íes respecto a mi salud y lo que yo daba por sentado. Creía que mi cuerpo era lo suficientemente fuerte como para resistir el desorden en el que uno se ve envuelto en el día a día. Hablo de comer a deshoras, no comer, comer mal, entre otros. Yo pensaba que por más que exprimiera a mi cuerpo siempre volvería a "estar bien". Pero no. Nunca estuve más equivocada. Mi cuerpo no hacía sino darme señales de alarma hasta que ya no pudo más", comienza su conmovedor mensaje.
Y prosigue dando la causa que la llevó al hospital. "Un dolorcito en mi abdomen que yo creía que era solo eso resultó dejándome varios días hospitalizada. Fue bastante duro y lastimosamente aprendí a las malas que uno sin salud no es nada. No. No lo es. Mi rutina quedó en pausa y eso me dolió mucho. Perdí muchísimo peso mientras me recuperaba. Me sentí culpable por el tiempo que di por sentado el cuidado de mi alimentación y mis hábitos saludables. En definitiva fue un proceso que me hizo reflexionar acerca de la vida en general. Me ayudó a perdonarme y a poner mi salud primero que cualquier cosa", expresó en esta segunda parte.
Porque sí, hay otra parte, otra igual o más difícil que tiene que ver con las críticas y comentarios recibidos tras salir del hospital con unas cuantas libras de menos. Y es que, si bien su estructura corporal es ya de por sí delgada, la situación la hizo estarlo mucho más. Sin saber, algunas personas empezaron a hacer comentarios poco agradables sobre su apariencia y ese fue el punto al que Luna quiso llegar.
"En los últimos días que alguien me dijera "estás muy demacrada" me afectó diferente. Porque la gente desconoce las luchas internas del otro y para mí esta ha sido una lucha de años. Soy una persona de contextura delgada. En algún momento sí dejé que la sociedad decidiera por mí qué significa verse bien. Por eso ser siempre más flaca lo llegué a ver como un logro. Pero está ese otro pedazo de mundo que te va a decir todo lo contrario. Que "qué raquítica, qué llevada". No esperes decirle ese tipo de cosas a una adolescente entre sus 13-16 años y que no se sienta afectada. Por eso, como se aprecia en esta foto, la ropa ancha se volvió mi mejor solución. Curiosamente es algo que está a la moda, pero para mí ha sido un as bajo la manga. Algunas veces me he refugiado en esto para evitar recibir comentarios que sé que me harán daño", explicó Luna.
Hoy tiene más claro que nunca que su "cuerpo es un templo" y que lo va "a cuidar como tal porque quiero estar saludable, mas no porque alguien más me esté cuestionando. Ni por darle gusto a quien con malicia me quiere dar un consejo. Mi salud y mi alimentación son tan preciados que no los pondré en juego nunca más. Lo juro", concluyó más segura y decidida que nunca.